jueves, 8 de abril de 2010

Él es como una droga para tihabló con voz pausada y amable, sin atisbo de
crítica
—. Ahora veo que no eres capaz de vivir sin él. Es demasiado tarde, pero yo hubiera sido más saludable para ti, nada de drogas, sino el aire, el sol.
Las comisuras de mis labios se alzaron cuando esbocé una media sonrisa.
Acostumbraba a pensar en ti de ese modo, ya sabes, como el sol, mi propio sol. Tu luz compensaba sobradamente mis sombras.
El suspiró.
Soy capaz de manejar las sombras, pero no de luchar contra un
Eclipse

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